Final del juego

Anoche me quedé dormida viendo Dr. House, y me desperté a las 4.20 abrazada prácticamente a la compu. Cuando me levanté para guardarla, me crucé con mi padre, lúcido como si fueran las 11. “Ganó el campo”, me tiró como si fuera un partido de fútbol, “el vicepresidente le votó en contra”. Y hacía zapping, TN, Crónica, América. Estaba anonadado y desilusionado. Miraba el festejo de los viejos de boina y saco. Y empezó a tirar una tras otra.

- ¿Sabés lo que va a ser transitar por Belgrano?

- Los boludos que me mandaban mails se van a hacer un pic-nic.

- (Mientras pasaban imágenes del Congreso) Mirá cómo están los muchachos, aniquilados.

- Los errores se pagan caro. Uno porque tiene la camiseta, pero lograr que las entidades del campo de unan es porque tenés que hacer una barrabasada.

- Uh, mirá la Carrió, quién la aguanta ahora.

- Me tengo que poner una careta para caminar entre el chetismo.

- (Va a hablar Carrió) Mirá la gorda puta ésta, debe estar en pantuflas.

- Ahora falta que aparezca De Angeli. Te lo van a meter por el culo, revista Gente, Tinelli lo va a hacer bailar por un caño.

- Está mística la gorda. ¿Te acordás que dijo en julio viene la luz? Se debe haber ido a tirar las cartas.

- ¿Sabés cómo debe estar el narigón? Debe tener el ojo torcido para la mierda.

- ¿Y Alfredo? ¿Dónde destá Alfredito?

Y si no le decía pá, me voy a dormir, seguía hasta ahora. Pero hoy se levantó y no dijo ni mu.

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