Vuelta al blog de descarga. Siete a.m. y el enojo me sube desde los pies de la cama toda desarmada. Así no se puede dormir. Ni con las sábanas en cualquiera ni con él encima mío culposo, infeliz y pesado. No creo que haga la mitad de las cosas que la agenda me depara hoy. No creo que sobreviva a esta mañana fría. Me quiero ir de acá. Me quiero ir de la histeria del pibe celoso, un Juan Carlos Pelotudo del corazón. Porque sus arranques son como olas que te manda un mar furioso. Y yo, que a esta altura me ahogo fácil.
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Comentarios
Gc: Lo hice de nuevo! :)
digamos no a los juanes carlos pelotudos!
saludos.