Cierto que tengo un blog para las madrugadas de insomnio!

Vuelta al blog de descarga. Siete a.m. y el enojo me sube desde los pies de la cama toda desarmada. Así no se puede dormir. Ni con las sábanas en cualquiera ni con él encima mío culposo, infeliz y pesado. No creo que haga la mitad de las cosas que la agenda me depara hoy. No creo que sobreviva a esta mañana fría. Me quiero ir de acá. Me quiero ir de la histeria del pibe celoso, un Juan Carlos Pelotudo del corazón. Porque sus arranques son como olas que te manda un mar furioso. Y yo, que a esta altura me ahogo fácil.

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Comentarios

Martín dijo…
Ay, un Juan Carlos Pelotudo del corazón, etiquetas como esas deberían pasar a la historia!
Julia dijo…
Martín: etiquetas, sí, pero no Juan Carlos Pelotudos reales. Una es la que los sufre.
Anónimo dijo…
Lo peor, es que pululan de a montones
Mariana Costa dijo…
Lo peor, es que pululan de a montones
Julia dijo…
Si, Mariana, hay que alejar a esos ejemplares que vienen como polillas a la luz.

Gc: Lo hice de nuevo! :)
pau dijo…
sí!

digamos no a los juanes carlos pelotudos!

saludos.