Nati III

Primera parte.

Segunda parte.

En nuestra adolescencia, Nati fue la primera en debutar. Cuando hablaba de sexo un hilo de baba chorreaba de su boca. Yo no la entendía, porque prefería tomar un par de birras con el chico que me gustaba y con suerte darle un beso. Pero no más que eso. Me avergonzaba pensar en el sexo de los chicos. Siempre la que tenía la primera vez, tenía que contar los detalles a las demás; que si le había salido sangre, o si le había dolido, si le había gustado, etcétera. Era ley. Entonces ella contó lo propio. Su primera vez había sido sobre un colchón de hierbas y flores, empastillada con su novio de entonces. Hernán se llamaba, me acuerdo patente. Ella lo contó tan así, que yo me lo imaginé como lo más romántico del mundo. Pero después probé yo y fue la cosa más horrible de mi vida. No entendía por qué Nati lo había vivido como algo sagrado, creo que era porque estaba enamorada de ese chico. Ese amor le duró algunos años, incluso después de haber terminado el colegio. Cuando estábamos en quinto año, él ya la había dejado. Al tiempo, mi amiga le mandó por carta el palito del Evatest con una sola rayita, que negativizaba un atraso, producto de alguna de sus reconciliaciones. Ella me dijo que le hubiese gustado que fueran dos las rayitas. Después de eso no se vieron más.

¿A cuántos se la chuparía al mismo tiempo en Venus? ¿A cuántos se la chuparía por día? Ella estaba orgullosa de su marginalidad, pero yo no puedo imaginármela como en una película porno. Al puterío iba un cantante de rock bastante famoso y siempre le pedía a Nati que le bailara AC/DC en el caño. Eso lo excitaba, se masturbaba mirándola pero no se la cogía. Eso sí, puedo imaginármela bailando. Mientras estuvo presa tuvo que dejar de pincharse casi obligatoriamente. Estuvo encerrada tres meses y, según me dijo una vez afuera, fue lo peor que le pasó en la vida. Estuvo yendo a N.A. y a diferentes grupos psicológicos y de autoayuda. Creo que hasta se acercó a la iglesia. Pero esa vuelta yo no le presté demasiada atención. Odio la iglesia.


(Continuará)

***

Comentarios

lowfirocker dijo…
Guacha, escribís bien, eh

Bueno, eso ya lo sabía con tus crónicas. Pero esto es distinto. Ficción!

Queremos más Nati
WIB dijo…
bien ahi!!!!
Anónimo dijo…
Crudo crudo, sigue bueno. Mientras no aparezca Soledad Silveyra, todo bien! besos a Julita!
Julia dijo…
Low Fi, Marineta (Hola!!) y Jeru: gracias!