Viendo pasar los momentos que componen un día monótono, desperdiciás y consumís las horas de una manera obscena.
Era domingo. Volvía de Parque Centenario y todavía seguía de flash de la noche del sábado en la que habíamos tomado pepa. En el 95 habían unas simpsons que la estallaban, y nosotros consumíamos ésas y otras poderosas que no volví a encontrar, como bicicletas, carita, mario bross, corazoncito, micropunto y no recuerdo muchas más.
El sol acababa de irse y mi cabeza era una danza de ruidos macabros y escenas que no se quedaban quietas, por supuesto estaban alteradas por el porro que habíamos fumado a la tarde, desparramados en el pasto de Centenario, mate mediante.
Llegué a casa y me fui derecho a mi cuarto sin saludar a nadie en mi familia, nada más quería acostarme. El grabador (hace 10 años era impensado para mí tener equipo con cd) estaba en el piso al ladito de mi cama. Hacía un par de días un compañero de cole fanático de Pink Floyd me había grabado El lado oscuro de la luna. Se me ocurrió escucharlo en ese estado alterado y paranoico pos LSD.
Los rumores que salían del aparato me estaban volviendo loca. Era un constante siseo que se confundía con los murmullos de mi cabeza y el ruido penetraba más y más adentro. Yo no tenía fuerzas para apagar el grabador. No me podía mover, estaba totalmente acalambrada y perdida debajo de las sábanas que me tapaban íntegra. Cuando empezó a sonar el despertador de Time algo me dio un cachetazo y me hizo reaccionar, tenía que poner punto final a ese kilombo que acabaría por enfermarme. “Tu respiración es más corta y estás un día más cerca de la muerte”, cantaban psicodélicamente Waters y cía sin percibir el daño que me estaban causando. Después de una quemada discusión con mis demonios pude moverme, estiré el brazo y me salí de ese entumecimiento insoportable para apagar el grabador. El lado oscuro de la luna se había mezclado con el ácido. Sus sonidos me aplastaron como a una hormiga pero sé que hubo algo de glorioso en ese dolor.
Ya no recuerdo cómo logré dormirme, pero al día siguiente me puse el walkman para ir al colegio y lo pude escuchar sin volverme loca.
Era domingo. Volvía de Parque Centenario y todavía seguía de flash de la noche del sábado en la que habíamos tomado pepa. En el 95 habían unas simpsons que la estallaban, y nosotros consumíamos ésas y otras poderosas que no volví a encontrar, como bicicletas, carita, mario bross, corazoncito, micropunto y no recuerdo muchas más.
El sol acababa de irse y mi cabeza era una danza de ruidos macabros y escenas que no se quedaban quietas, por supuesto estaban alteradas por el porro que habíamos fumado a la tarde, desparramados en el pasto de Centenario, mate mediante.
Llegué a casa y me fui derecho a mi cuarto sin saludar a nadie en mi familia, nada más quería acostarme. El grabador (hace 10 años era impensado para mí tener equipo con cd) estaba en el piso al ladito de mi cama. Hacía un par de días un compañero de cole fanático de Pink Floyd me había grabado El lado oscuro de la luna. Se me ocurrió escucharlo en ese estado alterado y paranoico pos LSD.
Los rumores que salían del aparato me estaban volviendo loca. Era un constante siseo que se confundía con los murmullos de mi cabeza y el ruido penetraba más y más adentro. Yo no tenía fuerzas para apagar el grabador. No me podía mover, estaba totalmente acalambrada y perdida debajo de las sábanas que me tapaban íntegra. Cuando empezó a sonar el despertador de Time algo me dio un cachetazo y me hizo reaccionar, tenía que poner punto final a ese kilombo que acabaría por enfermarme. “Tu respiración es más corta y estás un día más cerca de la muerte”, cantaban psicodélicamente Waters y cía sin percibir el daño que me estaban causando. Después de una quemada discusión con mis demonios pude moverme, estiré el brazo y me salí de ese entumecimiento insoportable para apagar el grabador. El lado oscuro de la luna se había mezclado con el ácido. Sus sonidos me aplastaron como a una hormiga pero sé que hubo algo de glorioso en ese dolor.
Ya no recuerdo cómo logré dormirme, pero al día siguiente me puse el walkman para ir al colegio y lo pude escuchar sin volverme loca.
Comentarios
Viste q ya en esos cd's ya se comienza a sentir lo volados q estaban los tipos?
Temas de 20 minutos y todos re sintetizadores a full.
Si alguna vez entrás a mi blop con unos parlantes, fijate q tengo de tema de fondo, Fearless.
Besitos.
p.d. Entonces .. lo vendemos a I-SAT? =P
ross: fue una presentación del disco un tanto extraña, pero también me alegro q haya sido así!
tan linda: ahora me fijo.. este sí, I sat o lo subimos a la web, si total..
es tan lindo correr riesgos! aunque mas no sea un linda cancion...
besos
besos
harry: uy, yo también tengo una historia lisergica con un árbol. una historia muy loca de sentir la vida del árbol.. jajaa, no pienses q estoy loco, es solo una manera de actuar, no pienses q estoy solo, estoy comunicado con todo lo demas....
pablo: hola!! ese es un gran tema!
El mejor viaje lisergico de mi vida, lo viví en un bosque de pinos muy cerca de San Bernardo... fue con un fucking UnderGround (el simbolito del subte en Londres)... fue muy pero muy místico...
PD: I-Sat??? Nooo... I-Sat no lo va a comprar. VENUS SSIIIIIIII!!!
Además pertenecen al mismo grupo (claxon) asi que...
Yo no me veo gritando como esas pibas, q pobres, deben estar pensando q ropa se van a comprar con toda la guita q le pegan por unos "AHHHH OOOHHH YEEEES!"
Ahora, si hablamos de cifras muchas, alaridos voy a pegar.
Jaajjajajajaja.
De cuánto?
-Jadeito: 1 U$D
-Jadeo: 1.5 U$D
-gritito: 2 U$D
-Grito: 2.5 U$D
-Aullido: 5 U$D
-AullidoDesgarrador: 100 U$D
Que se yo... pensalo...
No, no.
Me rehuso.