Martín

nomás
llegaste
para adornarme,
embellecer el entorno,
me pusiste alas
y un parlante,
me escuchaste
en el silencio.


te miraste
en mí
te caíste dentro,
y yo,
ninfa de la fuente,
te navego.


la luz
son estas manos
las brújulas del cuerpo.

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