Blues de Dana


Ni sé por qué tuve ganas de buscar en youtube. Son temas que guardo en el corazón y ahora es un buen momento para sacarlos. Pero no es que sea un buen momento hoy, martes a las 10 y media de la mañana aun en piyamas con un mate medio pelo. Es un buen momento de la vida. El cuerpo florece en la experiencia y los años son un regalo que engalana los días. Ya no sufro. Ya no tengo miedo. Y creo que siempre esperé este momento pleno. Hay belleza por donde mire. Aunque tengo la ventana a centímetros de mis ojos y la verdad dice que la verdad es subjetiva. Detrás de la ventana hay un retrato londinense. Hablo del clima. Las casas tienen aires acondicionados.Etapa gris de mi elemento, lejano instante. Sí, lejano instante. Mujeres en mi vida me habían hablado del momento de plenitud. El instante de amar sin dudar. El instante de saberme fuerte a pesar de mi contorno de muñeca. El instante de reírme (¡aun más!) de las habladurías del mundo. Había miedo antes de publicar mi libro. "¿Qué pensará la gente?", había preguntado una amiga. Que piensen. La risa fue siempre la cura. Tienen libertad de pensar. La respuesta fue la risa viniendo del pecho, una turbina de energía. Tenemos libertad. Mujeres me habían hablado de este momento que yo miraba desde abajo con ojos de brillantes, envueltos en la fantasía y la incertidumbre de lo que está por llegar. Momentos de pensar que eso tan genial les pasa a otros. Pero pero pero todo siempre llega, todo siempre pasa. Y ¡oh! llegó. Ahora todo está cambiando, creo que va mejorando. Siento que pronto llegaré.

Comentarios