Ya te había recomendado el último disco de Lisandro Aristimuño? Si no lo hice aun, escuchalo, está buenísimo y haría una crítica periodística acá pero las críticas, you know, no me caben. Por eso le hice una nota para Página 12 la semana pasada. Esto salió de una tarde tomando cerveza con Lisandro.
El sonido étnico de percusiones que se repite a lo
largo del disco tal vez sea lo único que tenga relación con los
anteriores, donde el cantautor se plegaba más hacia la música autóctona.
Por Julia Gonzalez
”Todo
el mundo sale del agua”, canta Lisandro Aristimuño en Elefantes, el
tema más rockero, el que abre su flamante y quinto disco Mundo anfibio.
Una afirmación universal cuya verdad no depende de ningún sintagma y
nadie negará. Todos venimos del líquido amniótico y aproximadamente al
año de estrenar los pulmones comenzamos a caminar, como los anfibios,
los primeros vertebrados en vincular la vida acuática con la terrestre.
La comparación es porque Lisandro acaba de ser papá y su quinto disco
está atravesado de comienzo a fin por este cambio orgánico. “Somos
anfibios, salimos del agua a la tierra y adaptarnos a eso fue otro
disparador para componer. Estás en la panza y de repente salís a esto”,
coteja el músico, a la vez que compara el vientre de la mujer con el
planeta. La paternidad no le permite esconder la sonrisa y es lo primero
que cuenta en la entrevista. Más concreto y terrenal, pero siempre
puntilloso en los arreglos, esta vez el cantautor sureño iguala los
estados líquido y sólido de la materia, aunque con una búsqueda rockera
definida por la asistencia de Diego Frenkel en el audio de las guitarras
eléctricas, y en las participaciones de Ricardo Mollo, Hilda Lizarazu y
Nekro.
Y acá hay un flamante y hermoso video de Elefantes, la canción que abre Mundo Anfibio.
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