Mañana de sol

I.

Lejos, tapada allá,
tras el rincón
está la dolencia
la fuerza irrefrenable
del chakra sacro
ahí un sexo celeste
como el viento
que te escucha,
como los cuerpos
girando en la órbita,
un sexo celeste
que es comunión
está allá, solo y lejos.
Aunque la mañana
sea de sol
y cada mañana
sea otra cada día
será una mañana nueva
del amor de madre
que se recarga.
Dolencia, serás amada
y guardada
en el cofre sin llave
bajo un mar de siete delfines
que acarician el cuerpo
un sexo celeste
como risas del cuerpo
que dictan:
relajar la montaña
madurar el ceño infantil
sanar el niño del sexo
y transformarlo en celeste,
como esta mañana de sol.

II.

Cantarás
la canción de los amigos
ya levantada de la cama
de la enfermedad
luz divina
te iluminará
y cantarás
al comer las nubes
al rayar las hojas
al comer y dar.
Te acercarás
- aunque no leas los libros -
con el calor y la mano
en la herida que sana sana
abrirás la cama de la enfermedad
la llave, un domingo feliz.
Piernas verticales
bajan de la cama
por el ascensor,
suben al piso de mañanas de sol.

Ejercicio de escritura y constelación  del Taller para volar hondo, dictado por Pablo Schteinghart.

Comentarios

Nancy G. dijo…
hermosamente cósmico