Full of love grita ¡Freedom!

Después de pensarlo un tiempo y darle vueltas al asunto, decidí liberar mi querido poemario Full of love. En parte porque hace rato que está agotado y en parte porque no sé cuándo volveré a editarlo. No puedo poseer las cosas. No quiero poseerlas. No es mi libro, porque "no tengo dinero, ni recursos, ni esperanzas. Soy el hombre más feliz del mundo", escribía Henry Miller al comienzo de Trópico de Cáncer. 

Full of love me dio mil satisfacciones, algunos amigos, viajó por las noches en las carteras de las chicas, en los viajes en bondi de los chicos, fue escuchado en lecturas, mostrado en los talleres, y hasta leído en vivo por otros poetas. Por eso este libro tomó autonomía y ya no me pertenece. Le estoy muy agradecida por este primer paso en el mundo de la edición literaria, por la posibilidad de abrirme en forma de hojas. También lo libero porque ya está, cumplió una etapa y, como siempre, hay que cerrarlas. Incluso pensé en la necesidad de editarlo, tocarle algunos errores que, de tanto releerlo, fueron apareciendo y yo, una mente exigente, no me los permitía. Pero no tenía mucho sentido tocarlo, corregirlo, ya que así fue escrito, así fue impreso, bajo ese halo y bajo esa forma del amor. Tampoco tiene mucho sentido tanta exigencia. Entonces así, desnudo y honesto, lo pongo a disposición de quienes quieran bucear sus páginas, para las amigas, para los amigos, muchos de ellos de otras partes del mundo que lo pidieron a través de mails y mensajitos, para cualquiera, para todos y para nadie.

Gracias y adiós, Full of love, hay un nuevo libro esperando volverse papel. Y llegarán otros y más


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