Activación de la glándula pineal y diksha *

Una colega había hecho el seminario de activación de la glándula pineal y dijo que le había cambiado la vida. Y quien escribe, ni lerda ni perezosa, también quiso. Si Ari Paluch y Claudio María Domínguez lo hicieron, ¿por qué no podría probar el camino espiritual? Después de curiosear en la web encontré que ojo de Horus, visión del cíclope, glándula pineal y tercer ojo encerraban el mismo concepto. La cosa se ponía interesante, sin contar además que esta glándula segrega melatonina, la hormona de la eterna juventud. Reminiscencias de culturas pasadas y misticismo estaban en juego. Entonces, a madrugar sábado y domingo, para llegar a las 9 en punto a Paseo La Plaza, previo encuentro con Sandra Correa, la persona de prensa en Buenos Aires, quien aclaró algunas dudas del método. El seminario de Cyclopea, tal es el nombre que le puso su creadora, la periodista chilena Fresia Castro luego de internarse diez años en el Desierto de Atacama, me daría respuestas para expandir la creatividad.

El primer día el instructor Cristián Vidal Rojas, un ingeniero chileno, discípulo de Fresia y bastante simpático, advirtió que caería sobre nosotros un alud de teoría por lo que pidió, por favor, no ser molestado. Y así transcurrieron las casi siete horas del sábado, entre nociones de energía molecular, materia y certeza de lo invisible, que no es otra cosa que la fe. Partiendo de la base de que todos somos energía, Cristián habló de las frecuencias en las que nos movemos, cuyo nivel habría que elevar para no estar polarizados y así lograr una unidad con el ser supremo. Hay quienes lo llaman Dios o energía suprema o universo, en fin, cada loco con su tema. Y reparó también en los conceptos de masa crítica, principio de incertidumbre y efecto mariposa, tres generadores de consecuencias promisorias cuando las causas que las convocan son nobles. Antes de irnos a casa hicimos el ejercicio de activación de la glándula pineal, donde estuvimos concientes todo el tiempo y, guiados por el instructor, fuimos dando órdenes creativas hasta sentir que ¡la glándula se activó! Luego dibujamos con crayones de colores lo que habíamos visto y, a través de esos bocetos, Cristián determinó cuáles habían sido las experiencias de alto voltaje. La mía no, pero no me desanimé. Mientras volvía a casa, me di cuenta que las luces de la calle estaban más brillantes que de costumbre.

Esa noche el sueño llegó como un bálsamo y el descanso fue óptimo. De hecho, al día siguiente en el seminario, Cristián preguntó si habíamos dormido bien y cómo nos sentíamos. La mayoría de las respuestas fueron positivas, por lo que dijo que nuestra vida ya había comenzado a cambiar. No vale la pena que detalle los ejercicios prácticos del segundo día de Cyclopea porque, tal como decía mi colega ante la insistencia de que contara todo, hay que hacer la experiencia.

Unas semanas atrás había estado en la Diksha, también invitada por la misma colega, que al parecer tiene una vida sumamente espiritual. Estas reuniones se dan en un entorno específico donde los diksha givers son canales que transfieren energía a través de una imposición de manos. En un rincón del salón hay un pequeño altar con sahumerios y las fotos de Sri Amma y Sri Bhagaván, los maestros indúes que en 2003 bajaron esta práctica a las “personas comunes” con el propósito de propagarla en Occidente. Porque antes esta transferencia de energía estaba destinada sólo a los iluminados que se dedicaban a hacer una vida de austeridades o vivían en monasterios. Entonces, luego de que Dios me criara y el viento nos amontonara, me reuní a compartir la Diksha con un grupo de periodistas. Alrededor de diez personas se sentaron en ronda y con el moola mantra como un sonido sanador que también cantaban los tres diksha givers, me dispuse a recibir la energía. Fue pasando uno por uno y cada imposición de manos era distinta a otra. Nos habían recomendado que después de sentir la tercera imposición, nos recostáramos un rato. También, que si escuchábamos reír o llorar a alguien, no prestáramos atención, ya que al recibir este shock de energía, debíamos saber que cualquier emoción podía aflorar. Después del tercer par de manos, esperé un rato y me incorporé. Miré alrededor y los periodistas sonreían, mirándose entre todos, como agradecidos. Y una vez repuestos, nos dirigimos a la mesa, donde esperaba un banquete vegetariano que habíamos preparado a la canasta, dispuestos a mechar el periodismo con el despertar. La Diksha, como dijo Fernando, coordinador en América Latina, sirve para sanar las relaciones, abrir las puertas de la percepción y cortarle las alas al ego. No se trata de una condición psicológica, sino de captar el sentimiento que esté vibrando, que ojalá se encuentre en una alta frecuencia y esos efectos se potencien para hacer del mundo un lugar menos hostil.


* Artículo publicado en Cielos Argentinos, la revista de los aviones.

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Comentarios

Anónimo dijo…
COMO DESARROLLAR INTELIGENCA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA


Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente.


Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
Anónimo dijo…
Hola Julia, buenos días.
Buscando info sobre el seminario de cyclopea y el método de Fresia Castro sobre la activación de la glándula pinela, llegué por "causalidad" a tu blog. Y leí el post que publicaste con tu experiencia en dicho seminario.
Me interesaría hacerte algunas preguntas (no que me digas todo lo que vieron en el seminario obviamente), pero principalmente para comprararlo con el libro de Fresia que tengo que se llama "El cielo está abierto" y unos audios en mp3 que acompañan al libro.
Por favor, si podés enviame tu dirección de e-mail, porque lo busqué en todo tu blog y no lo encuentro.
Aguardo por favor tu respuesta.
Un saludo cordial y felicitaciones por el Blog.
Hugo.