Mantenlo prendido fuego

De un lado para el otro. ¿Acaso se puede vivir así? No sabría hacerlo de otra forma. En otro orden de cosas, estuve con los yacarés, reptiles y no mamíferos. Me sentí Lisa Simpson cuando los manipulaban y se sacaban fotos con ellos, les ataban la boca y le tenían la cola aprisionada contra el piso para que no pudieran doblarse al medio y escapar. Me preguntaba qué fuerza superior nos maneja. No somos los únicos ni los más fuertes y menos, los más inteligentes. Los yacarés le temen a los humanos y sobrevivieron a los dinosaurios. ¿Nosotros a qué le tememos? Decían que estos bichos tienen el cerebro del tamaño de una nuez y que son estúpidos. Aun así, no quiero sacarme una foto manipulando un yacaré. No, gracias. Tampoco quiero mirar lo que hacen. No me causa gracia el conejo en la carta, ni las vacas pastando, ni los ravioles de caimán. Hace un año no se me hubiera ocurrido que irían a pasarme estas cosas. Y otra vez es verano. Te dije que el cambio arrasó con todo. Y no sólo me despeinó hasta raparme. Tuve tanta sed, que cuando el huracán me peinó brindé a tu salud con una botella de agua. Así es la convulsión más heavy. El lugar siempre es el indicado tras las vueltas y el zamarreo. Estoy paradita, nueva, divina, muy a tu pesar. Mañana entrevisto a Bomba Estéreo, la banda que alguna vez me prestó su disco para que fuera el de cabecera.

***

Over the laguna and far away

Paragüita del agua
dejás que se vaya el sol
y las ranas cantan
y graban en 16 canales
muchos, no?
un caos sin mezcla.
Amapola del agua
tenés el color
del cielo a punto de llover
y tarda la luna
y tarda amarilla
serás mas tarde en el río.
Sinfonía Nro. 9
de estrellas de alegría
son estas voces
color camalote
color amapola
la última línea naranja
se afina completamente
y entra a brillar el cielo.
Se calla el motor de la lancha
y soy Hermeto Pascoal
dominando en do
este brazo de
lentejas de agua,
al lado burbujas
pirañas
carpincho
y garza.
La casa de los yacarés
en la orilla
los ojos, luciérnagas,
ojos que no vuelan
que aun no comemos:
la fauna de la laguna,
helecho y acordeón del agua.
El río come los árboles
y crece
un cementerio profundo
del canal
abajo las lianas,
lanzas blancas,
canta
el gallito de agua
el cormorán.
No los quiero conmigo
no quiero la foto
de ellos sufriendo
soy libre
de contemplar el silencio
celeste y rosa
el sol abajo
y en un rato,
la luna.

***

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