Duerme desnudo
y su risa lo despierta de la siesta.
Habla en la cama antes de la vigilia
y después también habla.
Se emociona con la piel perfecta,
y así se queda,
todo manos,
piernas y felpa.
Se ríe fuerte,
con dientes y boca y ojos,
su mano es un ancla en mi cintura
cuando me saca a bailar
o cuando cenamos el Banquete de Platón.
Después,
concibe el análisis
de la obra de Lennon y McCartney
entonces competimos como talibanes
y decreta canchero:
“soy la única persona
con la que escuchaste
todos los temas de Los Beatles”.
Yo voy con John y él con Paul,
y peleamos de mentira,
mientras bombas de verdad
estallan en otras casas.
Hay una foto para siempre:
él con los brazos en jarra,
parado y sonriendo
frente a los vinilos que almacena por género.
Después,
mira documentales
toma taxis y vino,
habla de política y literatura,
lee historietas
ve a sus amigos
y baila en corcheas.
Los vinilos los compra en el parque
y vuelve corriendo a escucharlos
al acostarse
al levantarse
mientras cocina
y toma vino
y se ríe con la puerta abierta de un cuerpo
que me lleva directo al paisaje.
Esta vez,
el conejo del tiempo
está de mi lado
y yo soy Alicia frente a su bosque.
***
Comentarios
y se ríe con la puerta abierta de un cuerpo
saludos, julia