Lived in bars

Es verdad que sueño mucho con el fin del mundo. Sobre todo ahora que tengo más tiempo libre. Y no hablo de merma de trabajo, sino de la disminución infalible de las obligaciones domésticas. ¡Qué bueno sentirse libre! No tener miedo, no tener horarios más que los que yo elija. Nadie se va a enojar conmigo, no me voy a enojar con nadie. Menos aun celar. Mujeres del mundo, las amo con un amor fraternal. Son parte de mi mundo. Bienvenidos amigos míos. Fumar en la cama, escuchar Massacre o cualquier cosa, volcar el vino, y vivir en los bares. Esta vez es verdad: yo ya no soy yo, como Alicia. Y acabo de abrir la puerta del bosque.

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Comentarios

Anónimo dijo…
Mujer Hermana! divina entrada!! relahjanteeeeeeeeee
Silvio dijo…
Te quedaste sola...
Julia dijo…
Exactamente!