Sábado de supersurrealismo

Hoy es un día capaz de durar años. Porque sí. Porque pensé que iba a volver a acostarme pero no, me hice unos mates e Invisible y amor y pienso terminar una nota. Cada cosa que hay acá adentro me pertenece. Detalle superficial que me da felicidad. Pero no lo digo por los objetos materiales, porque posiblemente nada de lo que haya acá adentro tenga valor económico ni comercial. Los parlantes, por ejemplo, me hacen feliz. Porque hace unos meses yo no tenía parlantes y la música se escuchaba flaca desde la computadora. Y ahora canta el Flaco te vi como mecida en algo, cubierta de racimos más que blancos. No llega ya mi voz a tu alma. Con la mente en blanco como la tengo, me dispongo a flotar. Siempre me gustaron los sábados por la mañana. Y a la tarde vienen las chicas a conocer mi casa. Hicieron tortas y mil conversaciones guardadas para tirar sobre la mesa. A la noche tenemos una cena de pares. Y venimos de anoche, de haber confluido muchos de nosotros en el bar y estuvo lindo, amistoso. Vino gente vieja y gente nueva que me gustaría volver a ver. Que si su percepción fue como la mía, van a volver, porque ahí estamos todos los de siempre. La semana que viene me voy de viaje y la otra también. Todo camina, como las canciones con swing que bailan, van solas y uno lo único que tiene que hacer es acompañarlas. Ayer Ceso me mandó por mail una canción que estaba buenísima "ya que andás de buen humor", escribió y adjuntó un reggaeton, más reggae que ton. Y fue fabulosa. Caminaba esa canción. Cuando recién se hizo de día sonó el teléfono. Dos veces. Ayer pusieron la línea y el número lo tienen muy pocas personas. Estuvo bueno que sonara el teléfono. Alguien marcó mi número. Pienso que recién ahora mi piel tiene gusto a algo. Tiene texturas y colores. Ahora soy linda y dulce y porno. Lo bueno es que ya lo sabía.

***

Comentarios

A! dijo…
yo tambien tengo parlantes nuevos.
estoy escuchando zepellin y todo.
besote, genia

A
Julia dijo…
La vida es mejor con parlantes. Besote, Aug!