¿Adónde están ahora? Es muy tarde, es cierto, pero quiero escribirles, contarles lo que pasa, sin que se apenen porque sé que ustedes tienen otras preocupaciones y yo últimamente vengo y les cuento y las atosigo con esta historia sin fin. No quiero que se pongan tristes por mí, sé que se preocupan pero estas cosas siempre suceden de noche. Y yo me quedo fumando con los ojos en compota cuando todos se van a dormir. La cama es extraña aunque el cuarto es mi guarida de tés, I ching, meditación, Haruki y antifaces. Esto que voy a decir es una locura, pero estoy segura que si Neruda no hubiera escrito Puedo escribir los versos, los estaría escribiendo acá mismo. Sobre todo los dos últimos.
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