Dormir for ever

Justo hoy en Retiro fueron todos puntuales. La despedida fue eso, un micro que vino y se fue. Y tu cara consolándome, tus ojos grandes como los míos, hablándome, fuertes. Cuando el chofer preguntó alguien más viaja? nosotros lo miramos queriendo decir que no, pero los pasajes en la mano asintieron, las valijas enormes ya estaban guardadas. Dijimos que sí y nos dimos el último abrazo de hoy, y vos consolándome, con dos besos mojados como si la chiquita fuera yo. Mi cuerpo es mínimo aunque muy fuerte. Y tengo miedo de que se caiga como los balcones porque todo es demasiado porque todo es como una montaña de grande y la espalda tiene un límite y se está partiendo. La lluvia, el tiempo, el quiebre, los días eternos, el cansancio, la presión, la espera y esta lejanía, me están mandando a dormir for ever.

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