Quiero ver todas las imágenes posibles de Patti Smith

Me vinieron ganas de escribir lo que sea. Que si prosa o poesía, es lo mismo. Los pensamientos están acá, todos mojados de un sopor parecido a la emoción. Estos últimos días pude sentir la presencia de mi género, el de la suavidad y la intuición. Terminé un libro escrito por una mujer, en prosa pero poético. Pero sobre todo, profundo como el pozo ese que siempre recuerdo. Entonces empecé a llorar sin que la cara se moviera. Ni nudo en la garganta ni contracción facial. Un movimiento tan simple y ajeno como lágrimas cayendo redondas hasta la boca. El recorrido rápido y resbaloso de los cachetes. Una, otra. Y al toque pensar en la belleza de las cosas cuando se vuelven dolorosas. Y la belleza no escapa a este dolor que encuentro en el pozo. Estoy llena de dolor. No sé si quiero la soga o quedarme acá hasta que rolen todas lágrimas saladas y se acumulen en en cuello. No sé si es la poesía o es la muerte. Que alguien me cuente cómo es.

***

Comentarios

Anónimo dijo…
"Gracias por este anochecer
en el que me he quedado entre las manos
con las pobres, escasas semillas
de las que habrá de germinar luz perpetua.

En el anochecer de los páramos negros
estoy solo y profundamente en paz"

Plegaria de los páramos negros
Antonio Colinas

Ánimo.
Una que te lee.
Julia dijo…
Gracias por alcanzarme hasta el pozo esta poesía. Gracias por el ánimo.
Pablo dijo…
Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años. Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa. Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse.

En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior.

"Este es un mundo como otro cualquiera", decía el mensaje.



*"El pozo", Luis Mateo diez
Julia dijo…
Qué hermoso, Pablo, gracias. Ah, y tu poesía, si no es la que más me gustó del fanzine, le pega en el palo.
santiago segura dijo…
Qué libro genial, de veras te deja con el nudo en la garganta.

Viva Patti.
La Criatura dijo…
supongo ya lo viste

http://www.youtube.com/watch?v=_wdEtul81ic
Anónimo dijo…
Poesia y muerte es el dilema del poeta (en realidad de todo aquel que quiere escribir). El poeta en cada silaba, en cada palabra, en cada construcción lexical va muriendo. Muere porque se va vaciando, porque aquello que percibe y plasma de forma única no puede volver a repetirse. Esa originalidad virginal se pierde con el ejercicio. Entonces el poeta se covierte en una imitación de si mismo. Rimbaud advirtió esa vaguedad que queda despues de la palabra y dejo de escribir antes de los 22 años. Pero Julia, en tu poesía que más que de la urbanidad es de lo cotidiano la repetición es su oxigeno . En cada poema tuyo no te imitas si no que advertis lo que otros ignoran y rechazan. Que es que en la vida siempre estamos haciendo lo mismo y no nos damos cuenta. Por eso mi adamiración hacia vos. Mientras otros le escriben al cielo vos tenes los pies sobre el asfalto.