La madre mata a la mujer

No me ando con chiquitas,
Ibupirac para el dolor de cabeza
y siestas para la congestión.
Mientras él se despierta
sin entender cómo llegamos hasta acá.
El hombre es el animal más poderoso,
qué loco cómo tomó posesión de todas las cosas,
dice, mientras descubre figuras en el techo.
Y yo me pregunto si será necesario
dormir en esta cama plácida y calentita.
Me pregunto cómo hacían los hombres primitivos
para curarse la rinofarinlaringitis aguda.
Esta mañana él se siente un bebé
y yo tengo que volverme madre para acunarlo.

***

Comentarios

La Criatura dijo…
las enfermedades son excusas para los mimos
Julia dijo…
I know, querida Criatura.