Aún sigo para atrás. Se cortó la luz en la mejor hora de la tarde. No necesitaba el interruptor, sólo encontré libros en el camino de la mesa al sillón. Antibióticos y una gran bufanda anidada en el cuello. Me recuerda a tu boca cerca de mi cuello. La imperceptible respiración que se acerca y el nerviosismo por imaginar el después. Y es todo tan lejano lo que guardo en la memoria. Como si esas cosas del amor le hubieran pasado a otros. Y yo que tenía planeado un sábado de lo más guay. Tarde en lo de mi hermana, dele tomar mate. Tres hermanas juntas un sábado, ¿sabés lo que es eso? Después, cena con tres amigas más. Pipas y flores para festejar la vida. Y para abrochar la noche: rock en vivo en un lugar viciado de Once. Pero mi cuerpo es el más sabio de todos y me habla. Cuando tiemblo de soledad, me está hablando. Cuando nadie me escribe se vuelve pálido. Cuando tengo miedo y no puedo hablar, me agarro esto que tengo ahora. Pero, una vez más, respeto al tiempo y estimulo el oído.
***
***
Comentarios
Memoriasui: Gracias :) Sábado raro, no?
De seguro ya andas mejor!! Este finde haces revancha de hermanas, mates, amigas, flores, pipas y rock!!!!!!!!!!
Besos!!!