Criollitas con mermelada

Aún sigo para atrás. Se cortó la luz en la mejor hora de la tarde. No necesitaba el interruptor, sólo encontré libros en el camino de la mesa al sillón. Antibióticos y una gran bufanda anidada en el cuello. Me recuerda a tu boca cerca de mi cuello. La imperceptible respiración que se acerca y el nerviosismo por imaginar el después. Y es todo tan lejano lo que guardo en la memoria. Como si esas cosas del amor le hubieran pasado a otros. Y yo que tenía planeado un sábado de lo más guay. Tarde en lo de mi hermana, dele tomar mate. Tres hermanas juntas un sábado, ¿sabés lo que es eso? Después, cena con tres amigas más. Pipas y flores para festejar la vida. Y para abrochar la noche: rock en vivo en un lugar viciado de Once. Pero mi cuerpo es el más sabio de todos y me habla. Cuando tiemblo de soledad, me está hablando. Cuando nadie me escribe se vuelve pálido. Cuando tengo miedo y no puedo hablar, me agarro esto que tengo ahora. Pero, una vez más, respeto al tiempo y estimulo el oído.

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Comentarios

Fede dijo…
Que te mejores Julie...Un tesito con miel como brindis
Memoriasui dijo…
Qué lindo escribís. Me conmovió un poco.
Julia dijo…
Gracias, Fede, pero ya estoy hasta la coronilla del té. Necesito un absenta. Besos!

Memoriasui: Gracias :) Sábado raro, no?
Fede dijo…
absenta con azúcar en cuadraditos entonces...Todavía tengo la botella...
Mana dijo…
Pobre Ju!! igual el sabado fue un dia horrrrrrrible!!! Salvo por los planes q tenias, quedarse en casita mirando la lluvia no era tan mal plan. Pero cuando uno se siente mal, todo apesta!
De seguro ya andas mejor!! Este finde haces revancha de hermanas, mates, amigas, flores, pipas y rock!!!!!!!!!!
Besos!!!
Julia dijo…
Hola Mana!! Este finde la rompemos! Ya estoy re super guay.