Duermevela, la fisiología del amor

El rayo de sol se perpetúa en mis ojos
y veo mi pelo dorado moneda.
Nos escapamos un rato de las desgrabaciones
y los pedales looperos, y nos encerramos en el cuarto.
El sol entra desbordando la persiana
como la corriente de un río que empuja las vallas artificiales,
donde tu ojo brilla más que mi pelo.

***

Comentarios