Todos eran músicos y personas geniales para el flaco.
***
Y que siga la melodía
Hacía frío. El concierto duró un poco más de cinco horas con pequeños movimientos escénicos entre banda eterna y banda eterna. La luna apareció enorme detrás del marcador contrario al escenario. Yo tenía los ojos un poco pintados nomás. Fui preparada porque era fija que iba a llorar. No quería aparecer luego como un mupet mal dormido. Pero sí que me desarmé. Ella también fue el primer golpe bajo de una noche que me viajó. Hasta cayó una estrella fugaz detrás de una pantalla justo cuando tocaba Fina ropa blanca. Juan también la vio. Una amiga de Cristian había traído la lista de temas y pispeé un toque como queriendo no ver. Vi Mi elemento, Umbral, y No te alejes tanto de mí, que ocupaba el número 51 de la lista. Y no quise ver más. La apuesta fue por la sorpresa. Cualquier cosa que diga sé que va a estar bañada por palabras que empalagan. Salvo cuando me toque hablar de la mierda ésa de campo vip que ocupaba más de la mitad del campo. Bastante detrás de la torre de sonido había una valla conteniendo a los del campo que eran los que más saltaron en Post Crucifixión. Y los que gritaban sacá la valla la puta que lo parió cuando el flaco se callaba. Una pena, no veían un carajo. Y el sonido ahí atrás era una bosta, me lo dijo mi hermana Ema, en quien confío más que en mi madre. Con Nico tirábamos posibles temas que nos gustaría que tocara con Invisible, por ejemplo. Acertamos con Jugo de lúcuma, Lo que nos ocupa es la conciencia, esa abuela que regula el mundo, Niño condenado. Y así con Pescado. Yo pedí al universo que tocara Credulidad. Y cuando arrancó dije gracias. Volví a escuchar la letra, me acordé de cuán esperanzadora era. Me había olvidado de que mi mente no progresa con los encapuchados de un mundo viejo. Nada me dan. Para cuando llegó el turno de Almendra, y de ver a mi adorado Edelmiro Molinari, llamé a Juan, que estaba cagado de frío debajo de la L de Penalty. La ovación a estos tres genios (más uno: el propio Almendra) que entraban al escenario, hizo que cortara el teléfono, pero me quedé buscando una de las cuatro eles de Penalty. Y en Fermín me fui con él al fondo de la platea. Sino, no iba a estar en el presente pensando en que estábamos cerca pero no estábamos juntos. Hice el recorrido inverso y llegué justo para Hermano Perro. Para Muchacha, ya estábamos dándonos un poco de calor y percibíamos el final. En el viaje a casa no dejamos de hablar de esto. Y hoy, tirados en la cama mientras anochecía, seguíamos hablando.
***
***
Comentarios
el amor es así
Ema: Yo también. Y muchos están como nosotras, ehh. Hablé con varios que fueron y Spinetta sigue sonando en sus casas. Ayer en el diario era EL tema de conversación. El 4 de diciembre fue una de las mejores noches con el novio de la adolescencia.
¿?
saludots
Besos, Paz!