El otro lado

Estaba la puerta abierta, lo que nunca. Entré y no entendía en donde estaba. Pensaba que aún era temprano. Las mesas estaban llenas y una música cool era la compañía de los comensales tempraneros. La saludé a Ceso que me miraba y se reía. Sí, es acá, me dijo. Y yo supongo que me reí y le dije algo en tono alborotado, que era de la única forma en que se materializaban mis pensamientos. No entiendo nada, le dije. ¿Llegué tan tarde? ¿O todo el mundo llegó temprano hoy? Me saqué un poco de esa ropa de invierno molesta y así liviana fui hasta mi posición en la computadora, tal era el rol que me tocaba esa noche: la música, la belleza de todas las cosas que pasan mientras todos nosotros también pasamos.

etc.

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Comentarios

Ema dijo…
cada vez mejor el topo che..
Julia dijo…
Si, no? Gracias!
Unnamed sob dijo…
¡Ay!
Mi recorrido fué: ciudad de la paz -> cronotopo -> kit porcino -> mi chata novia machina.
¡Qué cantidad gente copada!