"Desconocer el peronismo sería desconocer la historia de todo el siglo XX"

Escucho a los Hollies, estoy claramente en otra, y me entra un mail de agradecimiento por una nota que hice para Bae. Las palabras del Indio Urquiza caen en halagos y yo me pregunto por qué, si en definitiva él es el artista. La nota:


“‘Quién me ha enseñao, me preguntan / y yo me quedo pensando / si nunca tuve maestro / vaya a saber por qué canto’, cantaba siempre mi amiga Suma Paz, y esto lo puedo aplicar al teatro, porque en mi familia nativa, por muchas generaciones, no hay antecedentes artísticos”, cuenta Alfredo Urquiza, intérprete del descamisado en Muñequita o juremos con gloria morir, de Alejandro Tantanián, dirigida por Juan Carlos Fontana, con funciones los jueves en el Teatro Del Abasto. El artista plástico Daniel Santoro se encarga correctamente de la iluminación y el vestuario.
Urquiza, a quien no en vano llaman Indio, es oriundo de General Villegas, los pagos de Manuel Puig, y se vino a fines de los 70, como tantos chicos, a La Plata a estudiar. Es abogado y tiene otro título de la Escuela de Teatro de La Plata, dice que allí tuvo su formación académica, pero que también “la vida tiene otras letras que hay que ir aprendiendo”. Urquiza lleva recorriendo el país con sus recitales en teatros, escuelas, aulas universitarias, sindicatos, atrios de iglesias, cárceles, plazas y espacios al aire libre llevando las voces de los grandes poetas a los lugares más apartados. Por eso él mismo se proclama “artista nómade”.
La obra de Tantanián presenta dos Argentinas con sus muertos y próceres, a quienes unos denigran y otros llevan con dignidad y respeto en sus propias historias. Al segundo grupo pertenece el personaje que encarna Urquiza, defensor de la figura de Evita y el peronismo en sí, que todo el tiempo está sobrevolando el escenario, pero nunca se lo nombra.
- ¿Cómo te convocaron para hacer este personaje ?
- Quien me convocó fue Juan Carlos Fontana, el director de la obra, que en realidad es un monólogo, escrito por Alejandro Tantanián y estrenado en Francia en el año 2003. Fontana, con gran riesgo, mucho tino y coraje, dividió este monólogo en tres personajes. El personaje de Muñequita ya lo tenía en el actor Cruz Zaikoski, Lugo creó el mío y el tercer personaje, interpretado por Carmen Boadas. Creo que Fontana estaba al tanto de mis trabajos como difusor de la poética hispanoamericana, de mi forma de trabajar los textos y, por supuesto, de mi contextura física.
- Teniendo en cuenta la temática de la obra, ¿cómo se plantea tu relación con el peronismo?
- Bueno, en cuanto a la temática de la obra Fontana tuvo mucha cautela al convocarme, ya que vengo de otro tipo de teatro, de lectura de formación. Para mí fue todo un desafío, porque pasar de hacer largas temporadas por el país interior, junto a la eximia folklorista Suma Paz, que hace poco se fue para el silencio, con la obra de Atahualpa Yupanqui, por ejemplo a un texto de Tantanián, con otra forma de escritura, otro lenguaje, otra forma de concebir una puesta en escena. Aunque en ambos, Yupanqui y Tantanián, siempre está la temática social, los símbolos y el hombre en todas sus facetas. Además ambos crean metáforas increíbles y una poesía con gran economía de lenguaje, donde nada es obvio y donde detrás de lo escrito hay otra lectura y mucho silencio, donde es más lo que se calla que lo que se dice. Hay un lenguaje de la sugerencia que el director y los actores deben resolver sin desvirtuar. En cuanto a mi relación con el peronismo, nada me es ajeno, como no fue ni me será ajeno ningún tipo de convulsión, transformación, rebelión o manifestación social. Yo viví siendo muy joven activamente toda la década de los años 70, 80 y 90, y aún sobre ruinas y despojos sigo en pie, viviendo de mi trabajo con total dignidad, manteniendo la fe, aun a veces a cara ‘e perro, como me gusta decir. Desconocer el peronismo sería desconocer la historia de todo el siglo XX, pues nuestra historia pasa por los dos grandes movimientos populares, el peronismo y el yrigoyenismo.
- ¿Qué significa para vos actuar en Muñequita?
- Para mí es todo un desafío, como ya dije, pues es toda una recreación de Fontana y nosotros, los actores. Fijate que de un monólogo, magistralmente escrito, que pareciera no tener ningún tipo de variantes, el director creó nuevos personajes, situaciones, se creó la música, donde conviven el tango, el cielito del campo, la cumbia, el chamamé y un tronar de bombos y manifestación. En un texto de Tantanián, parece muy loco, ¿no? A mis 50 años y con treinta de trayectoria encima y de vida nómade ininterrumpida, por el país y América, que me convoquen para el teatro alternativo con esta obra es mucho.
- ¿Cómo compusiste al descamisado, y cómo fueron los ensayos de un guión tan intenso?
- Bueno, resulta que el descamisado lo creó el público y ustedes, porque en la obra no se menciona y en los programas tampoco (se ríe). Pero sí tomé como referente al descamisado, por todo lo que implicó en su época y sobre todo en el contexto que se desarrolla la obra; por supuesto que me ayuda como podés ver este rostro acriollado, más bien aindiado, este pelo mío, esta contextura física, morocho, pero por sobre todo una tremenda convicción con los textos que hábilmente el director me asignó, ya que vuelvo a recordar, es un monólogo para un personaje ambiguo como es Muñequita. Por supuesto, fueron seis meses de ensayos intensos cuatro y cinco días a la semana, mucha disciplina de toda la cooperativa Sudor Argentino, que nos hace largar más agua que la que tiene el mar.
- ¿Qué aporta a tu trayectoria haber actuado un texto de Tantanián, dirigida por Fontana y de la mano de un artista como Daniel Santoro?
- Desde el punto de vista actoral: poder actuar desde otro lugar, con nuevos códigos, otro lenguaje, otra forma de ser dirigido. Y desde lo humano, haber conocido personalidades como Fontana, Tantanián, Santoro y el resto del elenco, que confiaron en mí sin conocerme y aprobaron mi trabajo con entusiasmo. Es más de lo que se puede pedir. Con Santoro he tenido más oportunidad de compartir ideas y puntos de vista, ya que Tantanián estuvo ausente dirigiendo en Alemania. Santoro estuvo más cerca del proceso creativo como escenógrafo y vestuarista. Buena gente, hablando en criollo.
- ¿Qué otros proyectos tenés, además de seguir con Muñequita o juremos con gloria morir?
- Bueno, lo que hago siempre son los recitales nómades de poesías por el país interior, que van desde el Martín Fierro a la poesía negra de Guillén, o desde Francisco de Quevedo pasando por Corca a Yupanqui o Alfonsina Storni, por dar unos poco ejemplos. Actualmente estoy con dos unipersonales, Mujeres de América, con textos y vidas de nuestras mujeres latinoamericanas, y De cielos y otros tiempos, con autores hispanoamericanos. Asimismo sigo difundiendo la poesía de Yupanqui, no las canciones, aunque muchas milongas las recito; a don Antonio Esteban Agüero, el gran poeta puntano; Pedroni, Ñusta de Piorno, poetas populares, no por ser conocidos, sino por lo que escribieron, que es lo importante; Tejada Gómez, Almafuerte, reconocibles para un público que los extraña. Porque como decía Manuel del Cabral, “en América todavía no está el fuego en su sitio”.

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