Tenía que hacer dos llamados molestos. Una invitación en la que debía parecer una chica agradable, y una nota telefónica. No tenía ganas de ninguna de las dos cosas. La casa está vacía hasta altas horas de la noche y escucho un disco mediocre. Sé que es mediocre, pero me gusta. Hoy rolaron varios discos que no pondría un día en su compañía. Este disco me está sofocando la cabeza. El frío se vino de golpe y sacudió mi sistema inmunológico. Tengo la nariz paspada de tanto sonarme y bollitos de carilina en el escritorio. Esta canción debería ser bailada por un gato de ésos del caño. Tiene ese ritmo. De fondo se escucha la canilla de la cocina que pierde desde hace meses. No logro silenciarla con nada. Ahora puse a los Doors, porque la música de gatos no es para mí, prefiero la de calesita. La casa es un kilombo y no tengo ganas de limpiar, de hacer nada. Me molesta mi molestia, mis mocos. Me molesta que no esté él. Así es el amor para mí. ¿Así es el amor? Un pensar continuo en su figura que llena la casa. Al lado de los bollitos de carilinas está su cuaderno con una lista de ítems, todos tachados, menos “alargue”. Pero yo constaté que se llevara el alargue, así que todo bien. Es más fácil llamar al plomero que seguir escuchando esta canilla que atenta contra el medio ambiente y los niños que vendrán. Qué desidia la soledad, las plantas sin regar, un mensaje en el contestador.
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Comentarios
Esperemos que el fin de semana ayude a repuntar lo q fueron los 5 dias anteriores!!
Saludos y upa el animo
Euge
:)
ES UNA METÁFORA QUE ACABO DE HACER, cachai?