Néctar (Para los árboles)

Un segundo frente a la ventana puede ser más cinematográfico que grácil de leer. Un segundo frente a la ventana que da a otros edificios en escalas, que después el paisaje se convierte en un tren y en su ruido. El té está a punto. Galletitas con mermelada y el pensamiento de estar desayunando tarde, porque cuando me levanté no desayuné. No había yerba, entonces negué su ausencia y negué a su vez el desayuno. Hasta el cielo parece berreta. Los edificios son cajas de zapatos que contienen a las personas de la naturaleza. Los zapatos son cosas que protegen los pies, que además dan estatus o consiguen el efecto contrario al deseado. Cada vez somos más, pero no hacemos más. Frente a la ventana entra una luz fuerte. No hay sol, pero elijo la ventana para desayunar. Es necesario resucitar. De pie, los ojos miran el infinito que se acaba en unos ladrillos, y después las galletitas. El Mono Fontana acompaña el segundo de contemplación. Estar en la muerte, estar acá.


***

Comentarios

Bruja dijo…
hay una ventana en contraluz,
y un cuento que nadie contó,
¿dónde podría ubicar,
un sueño donde al fin yo viva mi paz?

no te preocupes, linda, somos muchos los que no entendemos el despertar...

un beso.
tu blog=una masa
Bruja dijo…
sabes que?
fui por mi disco (yo soy vieja y compro discos, te juro) y me puse a escucharlo mientras te leia, de nuevo. en domingo y sola es un poco triste o bastante, pero qué lindo te quedó el texto...
Julia dijo…
Y yo, después de leer tu comment, lo puse acá. El disco está entre los demás originales del Flaco, pero también está guardado en la compu, lo que me permite aumentar la vagancia. Qué bueno que lo hayas interpretado. Gracias, un beso!