Boca borravino

No puedo evitar morderme el labio de abajo.
Ya sé que se dice inferior,
pero nunca le digo inferior.
Es una costumbre atacar mi labio,
vete a saber desde cuándo,
por eso siempre tengo la boca agrietada.

No me molesta,
sólo necesito manteca de cacao para guarecer
mi boca del viento o del momento
en que olvido pasarme la lengua.

Ahorita mismo que estoy tomando vino, me muerdo el labio.
Encuentro una pielcita en preciso off side.
Qué ganas de que no estuviera más allí.
Con las uñas cortas manipulo la pielcita,
la boca, el labio, la lengua.
Me concentro en esa acción
hasta que logro apatarla y sonrío
al ver que esa piel tenía el color de la copa.

***

Comentarios

Anónimo dijo…
Fantástico blog me gusta fantásticas ilustraciones, muchas gracias por su edición con tan buen gusto felicidades, reciba un abrazo
Julia dijo…
Oh, naturline, me frustras!
Flor de Lis dijo…
Llegué a tu blog de casualidad. Por esto de ir saltando de blog en blog y cuando leí esto no lo pude creer! Hago exactamente lo mismo!
Julia dijo…
Hola, Flor de Lis! Jugar así con la boca es un arma de doble filo... Saludos!