No puedo evitar morderme el labio de abajo.
Ya sé que se dice inferior,
pero nunca le digo inferior.
Es una costumbre atacar mi labio,
vete a saber desde cuándo,
por eso siempre tengo la boca agrietada.
No me molesta,
sólo necesito manteca de cacao para guarecer
mi boca del viento o del momento
en que olvido pasarme la lengua.
Ahorita mismo que estoy tomando vino, me muerdo el labio.
Encuentro una pielcita en preciso off side.
Qué ganas de que no estuviera más allí.
Con las uñas cortas manipulo la pielcita,
la boca, el labio, la lengua.
Me concentro en esa acción
hasta que logro apatarla y sonrío
al ver que esa piel tenía el color de la copa.
***
Ya sé que se dice inferior,
pero nunca le digo inferior.
Es una costumbre atacar mi labio,
vete a saber desde cuándo,
por eso siempre tengo la boca agrietada.
No me molesta,
sólo necesito manteca de cacao para guarecer
mi boca del viento o del momento
en que olvido pasarme la lengua.
Ahorita mismo que estoy tomando vino, me muerdo el labio.
Encuentro una pielcita en preciso off side.
Qué ganas de que no estuviera más allí.
Con las uñas cortas manipulo la pielcita,
la boca, el labio, la lengua.
Me concentro en esa acción
hasta que logro apatarla y sonrío
al ver que esa piel tenía el color de la copa.
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