Muestra gratis

Él tiene un catálogo de mi boca.

Cada beso, un sabor distinto,

y las fotos de la muestra están en su cerebro,

“Hoy son besos de agua”, me prueba.

Y se guarda mi boca en su cerebro,

como si fuera un bolsillo su catálogo.

Los sueños son de sexo.

La cama se mezcla con los sueños.

“Hoy tenés un sabor puro”, y se relame como los gatos.

Entrecierra los ojos, me está catando.

Él es un hombre.

Dicen que a los hombres les entran las cosas por los ojos y por la boca.

Mi boca ya está en la suya.

Y yo estoy entera en sus ojos.

***


Comentarios

cat dijo…
ay que cachonda julia...no muestres la comida a quienes no tienen de comer! (igual todo muy lindo)
yo hice el collages, los productyos son mis favoritos despues de cursar historia del diseño y quedarme enamorada de los personajes que vi, y lo que pueden proyectar sus cabezas, pasar por sus manos y terminar en ESO que viste ahí. si te inquieta algun producto, preguntame quien lo hizo, con gusto :)

como dijo mi profesora:
"chicos, ustedes tienen que estudiar la historia pero de alguna manera pensando que son parte de ella." divina.

beso!
cat dijo…
la silla de la derecha, la hizo henk stallinga, un rey del ready-made o la resemantización del significado de los objetos, este no tiene nada que ver con eso pero lo hizo él.

la cajonera es un diseño limitado de Droog Design, un colectivo de diseñadores holandeses, este lo hizo Tejo Remy(L) y se llama "you cant lay down your memory"

las tacitas? los frascos esos, los hizo Tapio Wirkkala, un finlandés GENIO.

y sabés que esas mecedoritas no sé quien las hizo? buscando otra cosa salieron, pero ganaron un premio en 2004 creo.

y sí, mi profe es diosísima. mal.
la Dama sol dijo…
mh... qué enamoramiento...
a mí me entran las cosas por los ojos y la nariz, creo.
El olfato me resulta fundamental.
Mi cordobés tiene olor a semillas.
Nos olemos mucho con él, nos olfateamos. Él me dice que yo tengo aroma de leche con miel ¿será verdad?
él, semillas. De girasol.

Un beso!

Sol
P dijo…
El discípulo estaba ocupado mezclando diferentes tipos de yerbas.

-¿Para qué mezclás la yerba? -preguntó el maestro.

-Porque no quiero acostumbrarme al gusto de ninguna -respondió el discípulo.

-¿Y cómo vas a hacer para no acostumbrarte al gusto de la mezcla?

El discípulo se iluminó.
lowfirocker dijo…
Qué buen poema
Estás encendida, Juli

Saludos a tí y al Juan Sebastián
Julia dijo…
(Rara como) Encendida hasta la médula.

Besos y gracias!