Las cinco preguntas

Antes amaba la noche porque me daba todo lo que tenía que darme para irme de una buena vez. Me daba siempre la posibilidad del fin. El escape. La locura de no saber adonde iba a terminar, con quién, cómo, por qué, cuándo. Casi periodístico. Esas preguntas del primer párrafo noticioso ya no están en mí. Pero la noche, a su manera, me sigue dando motivos para morir.

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Comentarios

boluda, sabés que casi siempre me olvido de que tenés comments y no te firmo. ja.

yo también estoy dejando la noche (?). pero en otra forma, claro. igual soy de las que siempre saben con quién va a terminar la noche: o con la almohada o con el gato.
=oP

jajaja
Julia dijo…
yo termino la noche siempre con el mismo, pero la noche, lo mismo me juega malas pasadas! no tengo escapatoria, cesito.
por otro lado, no dejo la noche sino las cosas q hacía mientras ella duraba. cosas perturbadoras.

jajaja. qué lindo terminar con nakata!