Ciego frente a la calle

Justo anoche soñé mi soledad de paredes rojas.
Paredes rojas opacas, rojas tirando a carmín.
Las rejas negras me contenían, me protegían.
Me sentía como un ciego en el cordón,
un ciego estrenando ceguera.
Inestable y sola.

Agarrame que estoy por cruzar.
Acá están mi brazo y mi bastón.
Sola no puedo.