Enrosque matinal

Aún soy joven, dice el poeta y se dispone a editar una nota larguísima.
Pero no se engaña, aún sigue de noche.
La claridad del día, de Heirloom
y de la ventana que llegó al tope
le sirven el desayuno.
Los sueños aún en la lengua
tienen un buen sabor.

El sueño, el hoy, el cuerpo, la mañana.
Todo lo que hay no está acá.
Mira la ventana enorme y dice qué ganas de irme a la mierda.
Piensa en cómo podrá lograrlo.
Tal vez falten ganas.

Tal vez sea una nota más, un sahumerio más o que suene nuevamente Heirloom.