Bebe desde el columpio mi lengua de agua

Mi lengua de agua se seca mientras pasan los días.
Acá empieza a hacer frío.
La cama tiene frazadas
y cierro la puerta del lavadero.
Tengo puesto mi swéter y tu buzo.
Cerré la ventana que estaba falseada,
y que dejaste abierta cuando te fuiste.
Entraba un poco de chiflete
y empezaba a molestarme.

Hoy me desperté con la lengua sin agua
en el medio de una cama eterna,
sola.
Miré la hora,
las 8.
Está perfecto, mando un mensaje a mi hermana,
pienso en ella, la extraño.
Me levanto a las 8.09.

Cuento los días desde que él se fue.
No va a volver.
Desde algún lado, como si quisiera despertarme,
me manda mensajes,
desde el aire me manda mensajes.
Yo no me despierto, no me sale abrir los ojos.
Y sigo.

Un tren en medio de la playa
viaja hacia ningún lugar
y nunca vuelve.
Yo lo espero en la estación de arena,
pero sé que no va a volver.
La única ilusión es no subirme a ese tren,
estar atenta y quedarme abajo
con las luces de la vigilia.
Pero me duermo.

En los sueños aparece él.
Es ahí donde lo veo,
y mi lengua se humedece
en su lago.

***

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