Composición tema: Mi barrio.
Mi barrio es cheto, por qué negarlo. Cheto, ¿se sigue usando esa palabra? No importa, a veces los significados son tan fuertes que el significante es eterno. Y mientras camino perdida y ojerosa veo a los viejos, los perros, sus dueños, la limpieza de las veredas y los adoquines. Es como si no existiera la contaminación. Pero este es el barrio de ahora, al que caí por una mala jugada del azar y mía. En el barrio de antes había más árboles tal vez, y un silencio sepulcral, pero cuando anochecía era jodido salir de casa. Durante mucho tiempo no hubo teléfono, otras veces lo cortaban o directamente mi vieja me ponía el candado para que no hablara tanto, entonces tenía que salir a hablar al público que estaba una cuadra más allá. Hablar a la noche era lo menos. Trataba de evitarlo. Siempre fui igual de cagona. Más de una vez me pusieron al bajar del tren o caminando un sábado caluroso a las 3 de la tarde. Más de una vez entraron chorros al bar. De todos modos, nunca tenía mucha plata, pero el cagazo de ver a un tipo apuntándote. Era feo. Fue tremendo el susto cuando entró el Manco de chumbo al bar de Tres de Febrero y Córdoba, que fue mi segundo hogar entre mis 17 y 19. Aquel barrio, el que tenía que hacer la cuadra corriendo cuando bajaba del tren, lo dejé hace casi diez años. La otra noche volvimos con mis hermanos, teníamos un cumpleaños, y mirábamos las calles, como extrañados. Los pibes con las motos en las esquinas, las pibitas con las minifaldas amuchadas con los pibes, el vino en caja. Cuatro cuadras de quilombo y boliche y más allá de nuevo la boca del lobo.
Ahora estoy acá, en este nuevo lugar cheto, con sol, rico olor y gente linda en las calles. El 140 me lleva y me trae. Seba sigue durmiendo en su cama, en su cuarto, en su barrio, que también es cheto.
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tiene su encanto lo tuyo