Esas noches



Tengo una amiga que es súper. Es la que me sacó estas fotos. La calidad es mala, primero, porque fueron sacadas con su celular; y segundo, porque El Especial estaba lleno de humo, aunque los carteles de prohibido fumar estaban por todos lados. Perdí un poco la memoria de esa noche, pero recuerdo que cinco minutos antes de irnos vino la moza a retarnos porque estábamos fumando. En ese momento justo no había ningún cigarrillo encencido, por lo que mentimos: nosotras no estamos fumando. Entonces la moza nos puso cara y nos señaló el piso. Cadáveres de Marlboro alfombraban ese parquet hecho mierda. Bueno, le dijimos, ya nos vamos. Eso nos dio risa. Y otra de las cosas que recuerdo es que, aunque siempre comenzamos hablando de hombres, siempre terminamos hablando de otra cosa. De ESO, que tan sólo nosotras entendemos y los hombres quedan a un costado, tan livianos e imperceptibles, pidiendo a gritos. ESO nos hace felices y le dedicamos todo lo que somos. Mujercitas dedicadas. Esa noche que caímos en El Especial de casualidad, y que salimos borrachas a las 12 de la noche de un miércoles, nos dimos cuenta que no podemos dejar de hablar de ESO. Y la felicidad es tan parecida a la nada, que siempre la recuerdo un día después.


Comentarios