El sol detrás del sol

Bueno, el sol detrás mío, leyendo una Mano, entretenido. Y yo, aburrida, temiendo la temperatura del agua del deshielo.




***

Estoy sentada frente al lago. Hace unos quince minutos todo el viento venía de las montañas. Ahora, sopla desde el río. Hay olas que rompen sobre las piedras. El ruido es de mar. La orilla tiene espuma. Mi compañero está sentado a mi lado, en otra reposera. Hace cinco minutos leía un libro, Murakami. Ahora escucha a los Peppers. De a ratos hace movimientos y sus pies tamborilean contra las piedras. Un señor en la orilla prende un cigarrillo con toda la cara en el viento, no pelea contra el encendedor. No sé cómo lo logra, porque yo, hace unos instantes, tuve que abortar la misión. La victoria del viento me sacó las ganas de fumar. A lo lejos hay una pareja despatarrada sobre la playa. Están siempre a punto de coger. El viento sopla, ellos se tienen ganas, pero siguen ahí. Me pregunto por qué no se irán a refugiar en su sexo. Veo mi pelo por el rabillo de mis ojos y noto que nunca fui tan rubia. El sol del sur me aclaró el pelo y pronunció las pecas. Mi compañero sigue concentrado en la música. Yo no quiero leer, sólo escuchar el lago y mis piernas me avisan que tienen frío. Piel de pollo, diría un amigo. El lago de frente se deja beber. ¿Querés que nos vayamos?, pregunta mi compañero. Le digo que sí. Levantamos campamento y lo trasladamos al baúl del auto. The Racounters nos cachetea en la ruta. Arriba. Rock. Y hacia la panadería más cercana.

Comentarios