Piedra libre

La luz quedó ciega gracias a Edenor.
Me fui con velas, libro y tristeza.
Te escuché tocar, cocinar, tropezar.
Me alegró que no hubiera luz,
así no tenía que disculparme.
El baño, los dientes, un portazo.
Mis ojos estaban apretados simulando dormir.
Frente a vos me vuelvo frágil.
Ya no actúo, me quiebro y te muestro.
Vos tampoco.
Diez segundos dura la luz del celular en el silencio dark.
Dos cliks antes me descubriste,
justo cuando abría los ojos, rendida.
Entonces me dijiste eso que luego fue
abrazos.
Cama
y calma.

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