Una groupie

Por Penny Lane

Una groupie siempre está a gusto entre músicos; no importa su nivel de exposición o popularidad. Una groupie no cuestiona cuán bien tocó esa noche, sólo sabe que se lo llevará a la cama. Tampoco es necesario que esa noche haya tocado, lo importante es que sea un músico. Su sensibilidad para transformar el sonido o el silencio se huele. Eso le gusta a una groupie; reconocerlo entre los seres comunes. También es una cuestión de admiración porque amamos la música un poco más que a los hombres. Entonces ellos tienen ese don de música. Por ejemplo, una reunión cualquiera. Lo de siempre: alcohol y ronda de porro, humo, gente (pre)dispuesta en sillones o almohadones en el piso. Fija que la conversación es la música que, claro, puede mutar hacia la literatura o el cine. Porque tampoco la pavada, un músico que no hable de literatura no tiene mucho que hacer con una groupie. Bueno, al menos con esta groupie. Estábamos entonces en una reunión tipo, donde siempre hay alguien encargado de poner la música, los discos rolan y cada nueva banda trae una nueva conversación y datos y fechas y nombres. Miradas. Es el momento de atrapar al afortunado. El músico se deschaba solo, no hace falta tener un sexto sentido para reconocerlo y ahí se apunta el objetivo. Hay que ubicarse a su lado, como sea, para pasarse el resto de la noche hablando de música (y claro, algún bocadillo de algún libro). Y como la groupie tuvo muchos amantes músicos, no hace falta que sepa de notas, acordes o armonías, aunque algo siempre sepa. Al músico tampoco le importa, porque lo que él quiere no tiene que ver con el oído absoluto. Y seguramente se irán de la mano, oliendo a alcohol y tabaco. Entonces el sexo se escapará por los poros. Seguramente él el cantará algo al oído, porque sabe que es obligatorio para conquistarla. Pero lo más probable es que la groupie se haya entregado ni bien lo reconoció entre la gente común. Entonces, seguramente, pasarán una linda noche, bebiendo en la cama, desnudos y cambiando los discos a cada rato hasta bien entrada la mañana, que los obligará a dormir algunas horas. Al mediodía, la groupie se vestirá y se irá. Al llegar a su casa, tachará de la lista al músico en cuestión.


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