En la espera del viajero

Anoche me acosté muy tarde y hoy me levanté idem. Es que había decidido dormir siete horas, posiblemente haya dormido ocho: mejor. Tuve un sueño raro. Bah, raro. Soñé con Enrique Bunbury, quienes me conocen, saben que este hombre me erotiza mucho. Comentarios abstenerse, por favor, porque no pienso ahondar en la naturaleza de este músico. Resulta que hacíamos una fecha en la que tocaba él y estábamos produciéndolo con Román y mi hermana Ema, pero todavía faltaba preparar muchas cosas para el show. La locación era espantosa, realmente, parecía Luna de Avellaneda, y Bunbury, bueno, a decir verdad es algo más glamoroso que un club de barrio. Pero era lo que teníamos. Entonces estábamos ahí con los preparativos, armando la barra sobre caballetes y una tabla, y de pronto llega él. Chan! Llega con la guitarra, vestido de negro y sonriente. Se presenta y en eso me doy cuenta de que no hay nada para tomar. Y Bunbury es un gran bebedor, entonces me fui al chino a buscar cervezas. Encima quedaba súper lejos, por lo que tardé un montón. En el viaje al chino, se largó a llover y se inundó todo. Eso hizo que retardara mi regreso con las cervezas. Es tremendo cómo se complican las cosas en los sueños. Así que llegué como pude con las cervezas y Ema me dice que Bunbury se había ido a recorrer el barrio porque estaba aburrido. Entonces me quedé esperándolo, esperándolo, apoyada sobre la barra de caballetes, pero hasta que me desperté él no había regresado.

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