El Pelu

¡Pelu! Grité sin importarme lo absurda y aguda que suena mi voz cuando grito.

Era el Pelu. Lo reconocí a pesar de que llevaba el pelo muy corto, y no aquella espléndida cabellera de rulos, causante de su apodo “Peluche”. Su caminar y su contextura física eran las de entonces. Muchas veces quise encontrarlo, muchas veces pensé en él. Hasta el día del amigo pasado, cuando elegí The Wall como banda sonora para mi ducha. Esa noche lo llamé a su antigua casa, la de San Andrés, que visitaba a diario cuando íbamos al secundario. No atendió nadie. Pensé en lo vacía que estaría esa casa de provincia.

Entonces grité Pelu y él, del otro lado de Corrientes, me reconoció enseguida por la voz. Cruzó la calle riéndose y hablando solo, debía suponer que yo lo escuchaba del otro lado. Parada en la vereda yo también le hablaba. Seguro le diría boludo, no lo puedo creer, estás igual, qué bueno verte, y cosas así.

Llegó de este lado de Corrientes y nos abrazamos. De verdad que estaba igual. El parecido con Tom Hanks seguía intacto, lo mismo que el gesto de estirarse la remera y el movimiento brusco de sus manos.

Al Pelu lo conocí en quinto año, cuando él era una especie de nerd solitario y yo todo lo contrario, aunque bastante intelectual como para entendernos, y bastante descontrolada como para que él se sintiera atraído. Las loquitas siempre atraen y yo era una de ellas.

Él era el único varón de la división y dibujaba y pintaba como los dioses. A mi eso me llamaba la atención. El primer dibujo suyo que vi tenía la inscripción The Wall sobre una pared. Estábamos en el aula y le pregunté si le gustaba Pink Floyd. El dibujo claramente aludía a Pink Floyd. Él, con toda su soberbia de dibujante precoz, sabiendo que quien le hacía esta pregunta era una de las barderas del curso, me dijo que sí, que le gustaba mucho. Doce años después pienso que no fue soberbia, sino timidez. “A mi también me gusta mucho”, le dije, supongo que le sonreí. Al día siguiente me trajo The Wall grabado en un TDK de 90, con todos los títulos de las canciones escritas prolijamente con plumín en la cajita. A partir de entonces nos hicimos muy amigos. Él empezó a tomar cerveza y yo a leer a Nietzsche y a Huxley. También pasábamos noches enteras de veladas literarias: leíamos a diferentes autores a la luz de las velas y tomábamos vino en vasos ordinarios de vidrio.

Jessi era la anfitriona de esas veladas, una amiga stona, rubia y bien parecida a Claudia Schiffer. Con Jessi, el Pelu y los demás, sacábamos a pasear al perro mientras fumábamos en vueltas manzanas. Una de esas noches, leyendo a Blas Pascal entre vino y sahumerios, Jessi le pidió al Pelu que le pintara un Jagger en la pared de su pieza. Ella le trajo un par de pinturas azules y una blanca, de las que se usan para pintar paredes, y él hizo un Jagger pendejo y enorme en esas tonalidades de azul. Era perfecto. No recuerdo hasta qué hora nos quedamos, pero era muy tarde y al día siguiente debíamos ir al colegio. Lo que pasaba era que no queríamos irnos hasta ver terminado al Jagger de Jessi.

Con el Pelu íbamos seguido a ver a Dolina cuando hacía el programa de radio en el Ateneo. Uno de esos viernes, fuimos los dos con otra amiga, Ana. Con Ana habíamos tomado pepa y no le habíamos contado este detalle al Pelu, hasta que empezamos a tentarnos de risa en el medio del teatro y ya era inescondible la lisergia contenida. Temíamos que el Pelu se enojara con nosotras por drogonas, pero debimos confesar. No recuerdo exactamente en qué devino esa noche. Creo que anduvimos por bares del centro tomando vino y bailando en un colectivo. El Pelu borracho y nosotras drogadas.

Y unos cuantos años más tarde nos encontrábamos en la calle. Estamos diferentes. Años y vida. Cuando terminamos el colegio nos seguimos viendo, con menos frecuencia, claro. Pero algo sucedió que dejamos de vernos, nos desadmitimos del messenger y chau, cada uno por su lado.

Sin embargo ahora estábamos parados en la misma vereda, y este encuentro fortuito tuvo algo de premonitorio. Él me dijo que había imaginado mil veces en su cabeza cómo sucedería esta secuencia. Y pasó así, tal cual; conmigo gritándole Pelu y sonriendo del otro lado de alguna calle.


Ps para el Pelu: Tengo Contrapunto de Huxley, te lo tenía que decir. Vos tenés mi casette de Color Humano.

Ps2: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Comentarios

Ariel Gulluni dijo…
JULIIIIIII
que queres que te diga. me emociono mucho verte. Y ya te habia encontrado en un clon en Mexico, te acordas que te conte?

Uh si nos pusieramos a contar historias!!! Del dia de Dolina, de la pepa que me ocultaron ("la pepa que me ocultaron" seria un buen nombre para una novela de migré) me acuerdo: el vino corriendo por la canaleta del colectivo... una frase de kundera sobre l@s ex fe@s que nos condicionan... cuando fueron a mear a un restaurant y casi se matan en la escalera...
Y mas: Tu vieja diciendome "cuando Pelu camina recto es que ya esta en pedo", los mates, algunos personajes sin nombre y otros con nombre olvidables, el Jagger de Jessi! El heavy metal (como le dabamos al heavy metal!!) y mis afectaciones motrices, como se reian cuando en vez de aspirar el humo se me iba pafuera, analia poniendome gotas y sacandome los ojos, uffff

Me habia olvidado del tdk de pink floyd. y es verdad! tu color humano lo tengo yo!!!!!!!

Aclaraciones soberbias (o timidas) necesarias:

1. llevo el pelo corto porque se cayó el muy puto.
2. ESE MISMO DIA (pero seis horas antes) me habia asaltado la imagen de que alguien me gritaba PELU, me daba vuelta reconociendo la voz (tengo que decir que no hay muchas mas personas que me digan asi ademas), y era Julius. Lo que decia del otro lado de la calle, exaltado y sabiendo que no podias oirme, es "no lo puedo creer no lo puedo creer hoy imagine esto"

Bueno, eso. lindo reencuentro!
Esa!!! ya conozco a tu amiguito!! ;)
Ariel Gulluni dijo…
Por ende, estas cosas de la reciprocidad, ya conozco a Maraviyita! que felicidad el mundo bloggeril
Julia dijo…
Pelu: ya hablamos bastante por mail y chat y eso, me incumbe wonder: de donde lo conoces al Pelu???? se puede saber, eh?
Quiero decirte que, no se por qué, me dio confianza que sea amigo tuyo.... Es todo lo que te puedo contar (públicamente ;)
Julia dijo…
soy muy muy muy muuuuuy curiosa, pelu, no me dejes mentir, entonces,
quiero saber ya lo q no se puede contar publicamente..

por otro lado, me alegro mucho q se conozcan porque los dos pintan!