Manuel

Después de la enfermedad quedé algo resentida. En varios aspectos, pero en este caso voy a hablar de la salud que me hizo correr a una guardia ayer. Dos días seguidos con presión baja y náuseas fueron suficiente como para preguntarle al médico qué onda. Me revisó, le dije cuál era el antecedente de mi enfermedad, y me mandó a sacar sangre, para ver los resultados una hora más tarde. Escribió algunas cosas en la orden y al final aclaró "te pedí también una sub unidad beta". "Ah", le dije, "qué es eso?". Embarazo. Tragué saliva y fui a que me pincharan.

Todo bien, me quedé leyendo cerca de cuarenta minutos hasta que la palabra embarazo empezó a resonar en mi cabeza. Cerré el libro y me puse a pensar en nombres. Nunca había querido tener hijos, nunca tuve ganas. Pero estaba en la sala de espera barajando nombres. Un horror. Manuel, Ana, Martín le gusta a él. Y fueron veinte minutos eternos hasta que me llamó la médica de guardia. Chequeó los resultados y me contó lo que tenía: todo menos embarazo.