La mujer del largo y fresco vestido negro

Teatro Opera. Noche improvisada de chicas. Se escucharon cosas como:

1.
- Ahí está Gustavo (Cerati)
- Y yo con este pelo.
- ¡Y yo sin depilar!

Coro inevitable de risas.

2.
- Che, dónde está Lorena?
- Debe estar con algún chabón.
- Ah...

3.
- Bueno, dale, vamos a entrar. ¿Y Lorena?
- Ahí, ya está escabiando.

Y de hecho conversaba con alguien con una lata de Quilmes en la mano.

4.
- Ahí está Fulano de Tal.
- ¿Cuál es? Nunca me lo mostraste.
- Ese que está atrás de Pato con bigotes. Por favor, que no me vea.

Y al instante ya lo tenía verborrágico paradito a su lado hablándole quién sabe de qué cosas.

- Era feo al final, tenías razón.

5.
- Ese que está ahí es lindo, ves? De camperita marrón y barbita.
- Ya lo vi. No me gusta a mí.

6.
- Después de ver a las chicas (de Nouvelle Vague) se me ocurrió que me puedo poner un vestido así con zapatos... ¡amarillos! de repente.
- Sí, eran lindas las chicas.
- ¡Yo tengo un vestido que te puede re quedar!

Y le empieza a decribir las virtudes del dress, que de hecho parecía hermoso.

7.
Una camioneta de una canal se estaciona en la esquina de Corrientes y 9 de Julio a la 1 de la mañana. Lorena se había ido a su casa ni bien terminó el show, no se quedó a cenar y XXX es el chico con el que anda "remando" hace unas semanas.

- ¡Ese es XXX! ¡Ahí está! en el asiento del acompañante! ¡Lorena se muere!
- ¿Cuál es, cuál es?
- Ese que va de este lado.
- No lo veo, me lo tapa el kiosco de diarios...
- Igual es horrible.


Y bueno. Más de 2 mujeres juntas resultan inimputables. Aunque también es delicioso. Yo me doy cuenta que está buenisimo no haber nacido hombre. ¡Amo a las mujeres! (pero no a todas, se entiende).