El ojo del sur

Estaba durmiendo de la única forma que se puede dormir: plácidamente, salvo cuando se tienen esas pesadillas horribles, pero éste no era el caso. De esta forma estaba yo durmiendo, cuando algo, como una fuerza imparable me hace abrir los ojos que parecían herméticamente sellados. Un dolor agudo abajo del ombligo, más abajo, en la línea recta que mira al magma desde mi centro. Ahí en el fondo y punzante. Sentía que algo me pinchaba y ardía. Tengo cistitis y me duele tanto como para ponerme vertical e ir a hacer pis, pero sin tener nada para hacer. Me da frío. Llamo a la farmacia y están escuchando a Marley a todo lo que da, me dan los precios de la norfloxacina y me dicen que a esta hora no hacen envíos a domicilio. Son las 6 y no me decido a salir. Me duele y sólo quiero que estas agujas dejen de clavarme. Sólo quiero volver a la cama y dormir hasta las 11.