Vete de mí, cuervo negro

Es increible. El único momento en que no pienso en "eso" es cuando estoy leyendo. Hoy iba en el colectivo y el viaje fue corto, 10 minutos nada más, e iba leyendo el diario. Enrique Bunbury en el mp4 y el pensaminto disperso. Cerré el diario, me bajé en Barrancas y empecé a caminar muerta de frío. Y ahí estaba otra vez ese puto recuerdo.