Sueños y después

A veces odio ser tan evidente. Acaso podría mentir un poco más. Mis sueños me delatan. Algunos los cuento, otros hasta a mí me dan miedo.
Esta existencia me obliga a callar. Es que hay cosas que no entiendo y seguiré sin entender.
No quiero dar explicaciones, no quiero hablar, no quiero mentir. Solo callarme y llevarme todo esto. Quiero escribir boludeces, cosas que no sean ciertas, cosas que sí, pero que se confundan. Y que no me condicionen. Estoy harta.

La mitad de mi vida dedicada al sexo, las drogas y el rockanroll, y ahora (¡ahora!) estoy enferma.
Ya está. Lo dije. Y que nadie me diga nada.