Un poco y un poco

Me gusta como soy.
Soy chiquita. Rubia. Tengo manos y pies pequeños. Tengo pecas que se acentúan cuando hay sol. Me gusta que mis rodillas sean huesudas. Mis tobillos son finos. Los ojos parecen que se estuvieran riendo aunque mi expresión esté seria. Siempre tuve panza. Tengo el pelo largo. Muy pocas veces logro domesticarlo, pero es mi pelo largo y me gusta. La excusa es que no tengo plata para la peluquería, pero la verdad es que no creo que me corte el pelo por ahora. Me gustan mis hombros. También son huesudos y tienen algunas pecas. Ya dije que me gustaban. En cualquier parte del cuerpo. Mis uñas parecen vírgenes. No me quito la cutícula ni me las limo. Quedan así, cortas, y a veces las pinto de rojo. Las ojotas son el mejor medio de transporte. Lo descubrí hace poco porque antes me acomplejaba ser tan chiquita entonces usaba tacos. Ahora creo que los tacos son una extensión innecesaria de mi cuerpo. Soy una afortunada.
Dije que me gustaba cómo era.

Pero a veces también soy mala.