Todo el mundo va. Parte II

Pasaron dos días de ese encuentro y le mandé el mail que figuraba en su fotolog. Él me respondió al instante pasándome su teléfono. Por la característica del número supe que vivíamos muy cerca, no por nada estaba esa tarde en la esquina de casa. Hablamos por teléfono y escuché mejor su tonada misionera. Nos quedamos hablando bastante y coincidíamos en la adicción por el alcohol, algunas cosas de cine (él estaba rodando su primera película) y algo de música y pusimos fecha y lugar a nuestro encuentro. A la vuelta de su casa y a dos cuadras de la mía nos juntamos a beber, en un bar que queda en una esquina y ahí hablamos mucho más que por teléfono aquella vez. Él tomaba fernet y yo cerveza. Él tenía una fascinación por las calles mojadas después de la lluvia. Las calles vacías y mojadas que reflejaban todo su alrededor. Fue inevitable después de varias cervezas y varios fernet, hacer dos pasos y llegarnos hasta su casa. Yo me había prometido que no pasaría nada, pero todavía no sé como sigo confiando en esas auto promesas que no llegan a ningún lugar, al menos no llegan al destino que me impongo. Y así, él tenía cerveza en la heladera, la tomamos escuchando versiones de temas de los Beatles y en un momento me interceptó en un pasillito entre el baño y el cuarto. Y de ahí no pude pasar. Había faltado a mi palabra, pero como no le había prometido nada a nadie, más que a mí misma, no me importó. Terminamos en su cama que estaba deshecha desde antes. Me cantaba Dos niños de Café Tacuba mientras me abrazaba en la semi oscuridad de su casa. Y de sí mismo.

Esto pasó hace dos años, más o menos. Yo podría haberme enamorado de él porque me encantaba, pero no hubo constancia en nuestros encuentros y de a poco se me fue pasando el entusiasmo. Todavía recuerdo su piel tersa y oscura, su ternura a pesar de su imagen, que puede ofrecer otra interpretación. Su pelo era suave. Hoy somos amigos y me gusta encontrarlo de tanto en tanto. Siempre borrachos, en fiestas o recitales. Él a veces quiere volver a recordar todo lo que cuento arriba, pero para mí está bien así.


Acá está la primera parte: http://segundoce.blogspot.com/2007/01/todo-el-mundo-va.html