Nada detiene a la voz

La polifonía de los dos hombres en uno. La primera vez sonó en una canción, compré el disco y no lo olvidé. Me encanta escuchar una linda voz. Él tenía una linda voz y era toda para mí, todos los días. En el teléfono o en vivo y en directo. Me había adueñado de las canciones y llegaba hasta la profundidad de su garganta. Por las noches me acostaba con el disc man a prestar especial atención a esa voz. Las canciones me las aprendí enseguida porque no podía dejar de escucharlas y había descubierto esa resonancia que me gustaba.

No así,

en lingüística, la voz habla semánticamente de los componentes de la oración.

Pero la voz más directa, la que es capaz que emocionarme con una sola nota, es la que forma parte de las canciones. La que entona y desafina, grita o susurra en una composición. Y su voz me gustaba.