Escribió Marina Gersberg amorosa y generosamente para la presentación del libro, el 7 de septiembre en Nivangio, junto a Leandro Gabilondo, Bruno Pizzorno y Martín De Bernardi:
"Hay fenómenos que no tienen palabras, solo pasan.
¨La proyección en el mapa¨, es un libro huracán, los
poemas de Julia se presentan como un viento con una
fuerza extraordinaria. Un libro que cala hondo. Hay algo de la naturaleza en
sus poemas, México como una irrealidad paralela que trae recuerdos y activa la
memoria de lo que pasó, la muerte de su hija, la mutación.
En este mapa que traza poéticamente, México trae luz y
oscuridad, es un lugar por momentos confuso y desencajado, son poemas de
despedida. Dice Julia que ¨viaja el miedo a ser mujer y
estar sola en las sombras¨. Las voces de la soledad, las voces de la tristeza aunque
es un viaje de a dos, Julia y su amor, Julia y su hija a quién le habla, la
soledad se transforma, la soledad se potencia con el estar lejos para poder
procesar lo que parece imposible y a la vez sucede la magia del extranjero, ¨vigoroso don del
olvido¨. Estar lejos y estar solos pero juntos: un mapa de los deseos.
XIV
poema mexicano // Bajar la guardia
nos vamos volando
nos vamos volando
a la
otra orilla
lejos
del baldío
donde
te hablé cada noche
y no me
animé a decirte
–hija,
si me
hago fuerte
serás
libre.
me fui
del baldío,
un
lugar infértil
donde
nada crece,
con mi
vuelo
te
llevo a un lugar mejor
por el
tiempo que demore
convertir
el agua salada en dulce.
nos
vamos volando
a la
otra orilla
para
convertir mis piernas
en
árboles y te hablo
–hija,
no
puedo descansar,
te
pido, me ayudes a limpiar este ruido.
te
llamo en la noche de tu guardia
que
florece en el cielo
y no
aquí donde yo vivo
no
pertenezco a tu mundo celeste
pero lo
busco cada noche en los vuelos
trepando
lianas de plata
tramando
caminos oníricos
y te
escribo
–hija,
cuando
mis piernas sean raíces
podré
sostenerme sola en la tierra.
México no es nostalgia, es disparador de lo que se vive,
se ve y lo que no, lo que falta, un bar un lugar para comprar libros, el subte
o Av. de Mayo, las rutinas. Y eso nos acerca de apoco a Buenos Aires, los poemas
porteños, y no importa qué viene antes o qué después en este recorrido que se
proyecta porque el recorrido en el mapa también nos lleva hacia la Sanación: el
por qué ya no es una pregunta, dice Julia y una mujer renace, una mujer canal,
traspaso de energía. El huracán ahora es ciclón, una tormenta activa que
transforma y esculpe una mujer nueva, en paz.
Julia me dice (por chat) que su libro es sobre la
maternidad fallida, y yo pienso, la maternidad no es fallida, es. En su vida y en
su libro de poemas, la maternidad es. Se nombra, está. Una, pase lo que pase,
es madre para siempre como ella misma dice: ¨ser la madre que soy sin
miramientos¨.
Quiero robarme
algunas de sus palabras, su forma de observar y tramitar el dolor. ¨Tomar de
la oscuridad lo mejor y limpiarme¨ parece un buen mantra. Tomar de la oscuridad
lo mejor y limpiarme, tomar de la oscuridad lo mejor y limpiarme, tomar de la
oscuridad lo mejor y limpiarme.
Julia no sabe que la misma semana que me pidió que presentara
su libro yo había terminado de escribir un texto para una revista sobre la
ilusión, un texto sobre la pérdida de un embarazo y un viaje que hice hace un
par de años por amor. Todo junto, todo mezclado. Entonces pienso que Julia no
sabe, pero intuye que mis temas son también los de ella. Yo escribo para no
olvidar e intuyo que Julia hace lo mismo. La proyección en el mapa es escritura
y duelo. Julia y yo sabemos que escribir nos salva y nos sana: que la vida es
(tomando sus palabras) ¨derrrumbe y evolución¨".
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